jueves, 17 de diciembre de 2009

sábado, 12 de diciembre de 2009

Monólogo de una anciana durmiente






Esa joven lleva tiempo observándome, piensa que no he reparado en ello, a pesar de la distancia que nos separa; cree que no, de ahí su confianza, con la misma que agarra el objetivo de esa cámara, con la misma firmeza y ternura con la que se toma esa parte del otro-; Veo que el dragón bueno aún no ha desaparecido de su mundo. Ha de saberlo ¡Pero cómo! Dejaré que pinte con la luz lo que guarda con tanto celo; tal vez así el animal ceda a agachar su lomo para que vuelva a subir sobre él; pero no lo hará hasta que regresen sus deseos, y ahora, el deseo de esa joven soy yo.
No demoraré más su espera. Bajaré un poco la cabeza, cerraré los ojos, como dormida...






Siento comunicaros que he sido poseída  por el Espíritu de la Navidad. Yo soy la rubia de la izquierda.

regalito de Claudio por mi cumple:







viernes, 4 de diciembre de 2009

Cómo leches voy a titular esto, si esto no tiene nombre.










Quisiera darte más, mucho más, pero es todo lo que tengo.

domingo, 15 de noviembre de 2009










 

jueves, 12 de noviembre de 2009

Al borde de la cama





Tres días en estado febril, de tiritones, sofocos y termómetro bajo el sobaco- en estas cuestiones siempre me he decantado por un cierto estilo más bien clásico- te sirven para sacar algo bueno de todo ello: el delirio.
Cuando estás subida en él (en el delirio) tu mente se enajena del cuerpo, lo único que te pide a cambio es agua ¡qué ricura! y deja que te pasees a tu santa voluntad. ¿Y a dónde vas? Al desierto- lo normal en estos casos-; allí eres picada por una víbora que sale del único arbusto que existe a cien kilómetros a la redonda, y sin saber cómo (no, no ves a Le Petit Prince, en el delirio pronuncias correctamente el francés) sino a Popeye el Marino que sin quitarse la pipa de la boca empieza a chuparte (el veneno) y eso si que no; supondría el fin de tu aventura y como no estás dispuesta a ello, le das un par de hostias que lo tumbas; y sales corriendo con la víbora que no se suelta de tu pierna y a Popeye gritándote: -¡¿A dónde vas desgraciá?! 
Hacia el aeropuerto.







Ya en el aeropuerto llegas hasta la pista de aterrizaje (no tienes que pasar controles) donde Bogart aún se está despidiendo de la Bergman; y tú como no te callas ni una, les sueltas: " A ver cuando termináis que sois mu cansinos" pero como no te hacen ni puñetero caso, porque ellos siguen ahi, dándole a lo mismo y en blanco y negro, tú te decides a pilotar el avión (sabes pilotar) y diriges todas las coordenadas hacia Barcelona, no quieres perderte El Salón del cómics- ya que estás...-; Aterrizas allí mismo, en el centro del salón ¿Y con quién crees que te topas? Con Spiderman. Y te dices para ti misma:" Lo he hecho con muchos tipos de hombres, pero con uno que además sea araña, jamás" Así que lo hacéis allí mismo, bajo la mirada de una cantidad ingente de curiosos- curioso menos pa´arriba, curioso menos pa´abajo- una viñeta a cuatro manos que os queda de lujo, tanto que cuando vuelves a casa la llevas a enmarcar y la colocas encima de la chimenea, en el lugar que ocupaba hasta ese momento el cuadro de los renos (herencia familiar).








Al cuarto día desaparece la fiebre; si, pero miras esa viñeta enmarcá encima de la chimenea; y te dan unas ganas de echarte cubitos de hielo por la rabadilla...; y todo para que así vuelva el delirio.







Rick- Venga tonta, entra ya al avión, que pillarás la gripe.
Ilsa- ¿Estás seguro, Ricki?
Rick- Tengo que pensar por los dos, tú  estás como una chota, además, si no lo haces
           te arrepentirás, podrían quitarte el asiento que da a ventanilla.
Ilsa- ¿Y nuestro amor, Ricki?
Rick- Siempre nos quedará Disneyland.






Os presento el dibujo que me ha regalado Jose Luis Gaitán, Nikté convertida en una heroína de cómics, va para él mi total y sincero agradecimiento por tanta generosidad de alguién a quién apenas conozco.
Eso es lo bonito de este mundo de los bloguers.

domingo, 1 de noviembre de 2009

El servicio bien, gracias.










- ¡¡¡ Getrudiiis!!!
- Sí, señoriiita.
- ¿Regó al canario como le dije?
- Si, señoriiita.
- ¿Puso la comida a los geranios?
- Si, señoriiita.
- ¿Satisfizo la fogacidad de mi querido esposo?
- ¡¡No!! Si, señoriiita.
- Bien; recite algunos versos eliotianos.
- "Y la familia lo llamó
  por el jardín toda la tarde
  mientras dormía en el salón.
  Y no hace mucho sacó afuera
  ¡tres gatitos de la chistera!
  Y diremos: ¡Ah!
  ¡Es imprevisto!
  ¿Habéis visto
  gato tan listo
  como el mágico Mefistolisto?"
- Ahora haga el pino.
- .atiiiroñes, iS
- Ya puede retirarse.









 Y una...
Se oprime las ubres,
se quiebra las reglas,
se regala.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Porque no me da la gana de la tristeza







Siempre fui muy desgraciada; ya desde pequeña no sabía andar, e incluso me tapaban con un chupete la boca cada vez que expresaba ese sentimiento de frustración tan noble como es el llanto.
Después me hice con unos centímetros más de altura, pudiendo mantenerme en pie, pero no lo suficiente como para atrapar la lata de leche condensada.
Cuando alcancé la talla oficial, y ya hasta correteaba, me matricularon en el colegio y como era muy lista para mi edad, pasaron directamente de enseñarme a colorear a la tabla de multiplicar del siete: siempre me atravesaba en el siete por ocho.

Pasaron  años después de esto, y empecé a sufrir de acné, también me enamoré de un niño que ni me miraba y cuando lo hacía me llamaba bigotuda. Tampoco tenía amigas afines, las que conocía solo querían jugar a la comba, y a mi me daba miedo entrar cuando la cuerda estaba en movimiento.
Así que no me casé, ni tuve hijos, pero si un perro.

Más tarde y sin explicaciones previas empezaron a morirse todos y fue cuando me compré el chupete ergonómico de color rosa pálido con dibujitos de la Warner.
Ahora no me quiere nadie, dicen que soy rara porque juego con las moscas. Zas, zas.













 VACAS EN PEDERNALES


Las vacas pintadas
de las calles de Bilbao,
se han ido de vacaciones a Pedernales.

Calladas,
humildes,
sencillas,
bellas;

Esperan un nuevo Miguel Ángel
que les diga:

Muge,
pasta,
anda,
sueña...

Fede Bilbao
                                                                                                         
                                                                                                              

domingo, 18 de octubre de 2009

A Getxo de mis amores












Nunca una campana se hizo más mía como
 la de aquella ermita de Bermeo










PD: Lo peor; es que hay que subir antes 231 escalones y claro, llegas asfixiá, la sangre no te llega al cerebro y te da por recitar con rima y todo.



domingo, 11 de octubre de 2009

Mientras tanto




T.S.Eliot solía dormir recitando los versos de los gatos habilidosos del viejo Possum ¡Qué dicha  hubiese sido estar a su vera! acompañándolo en tono burlón, bailando con el disfraz de gata, saltando hasta romper los muelles del somier.
¿Qué digo, acaso no lo estoy haciendo?
Pero Eliot se desespera, y de un manatazo me lanza hacia el tejado.





Outkast-Hey ya

Ahora quiero veros a todos siendo muy malos
Déjame algo de azúcar, soy el vecino
¡Y vamos ahora!
Muévete, muévete, muévete
                                                                                     


        
 Vuelvo a casa, pero antes necesito, debo, pescar algunas sardinas

domingo, 9 de agosto de 2009

Cartas a Lala



1 P4R P4R

Presupongo que no sabrás lo ocurrido con Lisbeth; no, claro que no; tu distracción es la de descoser las bocas-afición muy honorable-a esas muñecas de trapo que coleccionas y colocas sobre tu mona. No hay Thriller que te haga perder el tiempo. Lo cierto con respecto a mi; es que desconocía esa adicción a dormirme en horas laborables.

2 A4A C3AD

En la bahía, la mañana se levanta; puede que lo haga en otros lugares de forma simultánea, pero es allí donde ocurre la mía, con delfines que no acuden a su cita, a pesar de mi miedo, de que yo si, de que me mojo hasta perder la última fragata.

3 D5T C3A

Agosto es una sandía que un niño muerde chorreándole la manga; si no fuese por el sol, que se hizo mi enemigo, diría que es bueno. Ahora ya no, ahora quiero que se vaya.

4 DxPA Mate

Le doy a mi heroína el final que se merece. La coloco delante de Mikael, escupiéndole toda su gratitud.


Pippi va al parque de atracciones


viernes, 3 de julio de 2009

A Bel sin Caínes



Acabo de llorar, aún lloro; acabo de leer un breve cuento de Grace Paley, acabo de conocerla y ya la amo. Nunca entenderé del todo, me refiero a esa otra forma de caricia, la que va desde la frente, trazada hacia el hueco de ese otro nuestro sexo, prolongada hasta perderse en la perplejidad, del que tal vez, nunca estuvimos solos.





domingo, 17 de mayo de 2009

De interés general


Déjame que sea yo quien te quite la ropa.





Según una entrevista-del año 1957- recogida en Outside, donde Marguerite pide a un director literario de una importante editorial francesa, que nos ilumine un poco sobre este universo, el editor que se guarda en el anonimato, le responde: “Para empezar puede hablarse de una literatura en bruto. Ocupa el tercio de los manuscritos. Muchos jubilados, en esta categoría, jubilados en carreras llevados a cabo en las colonias, precisamente, luego oficiales, funcionarios. Su defecto común es pensar: que novela es mi vida


No han cambiado demasiado las cosas desde entonces. Hoy: abogados, maestros, periodistas, amas de casa, divorciados (ociosos, ajetreados) tras una pantalla; describen su universo. En la mayoría de los casos-los mejores- sigue siendo de interés no general, acaso uno acotado, donde otros de la misma especie van y se congratulan.
Dicen ser no ellos mismos. Inventan personajes, escenas de una vida, posiblemente tomada de lo cotidiano, otras muchas producto de una imaginación, que sigue siendo de lo propio captado desde lo ajeno. No pueden engañar, no cuando es su mirada la que se transcribe (y ahí) en ese punto de inflexión, donde tal vez sean.

Ya se; hablo demasiado de escritura y es que desde que no beso, leo. Leo con la avidez de los no besados.
Hace semanas-demasiado tiempo- por los campos de Extremadura hacia Patraix, en una explanada, observé una amalgama de margaritas y amapolas, aisladas del resto. Anoté en mi cuaderno de viaje un pequeño diálogo de interés no general, desde la memoria, transcrito en el pretencioso estilo literario del siglo pasado.

- Querido ¡Margaritas y amapolas! Hace tanto… ¿No es extraordinario?
-Por supuesto, Srta. Seyring. Pena que pasaron de moda.

En este caso ambos interlocutores son el mismo: el que interroga y se asombra. Somos demasiados en uno, tantos, que alguien con la minima consciencia de que lo es, no se vería obligado a recurrir a “ese inventar” para escribir su gran novela.
De nuevo lo cuestiono todo, pero voy a más, siempre a más, es así como me descubro .




A ella, a Marguerite, al evocarla, siempre la sitúo en un salón. Escribe sobre una mesita ubicada bajo la ventana que da al jardín. Huele a un cocido que ha dejado al fuego. Atrás se sitúa un piano. La escena es plácida. Yo le empujo para que vaya hacia él y toque algo para mí. Ella se niega. Dice que el nombre del piano es Indochina.

sábado, 4 de abril de 2009

Llueven mangos

De noche, me acurruco en la cornucopia
de tu oído izquierdo, resguardada del viento
Silvia Plath






Los mangos cayendo de los árboles....



Si estuviera allí, los recogería en mi mochila. No se si contigo o a solas, vestida como Marni la ladrona, vestida de yucateca con una flor en el pelo, tal vez sin vestir, con la piel colgando, el alma colgando, viendo pasar de vez en cuando un triciclo de una paz alegórica, que no se halla descrita en ningún libro. El sabor, el salado, el sabor, el sudor salado. La aplastante humedad, el silencio adornado con la fiereza de serpientes siseantes, calaveras, el sol, la muerte putativa, el rencor, y de nuevo la paz.

Edificios rosados, coloniales, La Quientos, las picaduras de insectos al llegar la tarde, tras la lluvia puntual de las seis. La lluvia, mojando hasta calar el alma, el mar, mojándote hasta calar el alma. Los hombres bravíos, los indígenas resentidos, el pedir, pedir siempre al otro, al foráneo, que no se sabe, no entiende de patrias y todo eso y más y mucho más, como el amarillo de Izamal, como las calles regadas sin manos, los pájaros negros, chillones, selváticos, del Parque Central, las librerías restringidas, las guitarras, las niñas vendedoras de pulseritas de hilos, que se creen reinas y lo son pero las mata el orgullo. Y eso y más y los helados de mango y llueven mangos y el cielo y la tierra se invaden de un color dorado.



Tú, un cuento sin fin, a donde voy a leer páginas cada vez que temo perder la cordura.

domingo, 15 de marzo de 2009







Anteayer



Debí enfadarme con aquellos pájaros- o al menos- exigirle una respuesta a sus saltitos, ahora desatentos, hacia otro lugar que no era donde ese trozo de pan escondido en mi bolsillo. En vez de eso, volví con las migajas que comí una a una. No olvidando, eso si, para no perder la memoria en la que fuimos.






lunes, 9 de marzo de 2009





Pasará tiempo. Solamente tiempo.

Y vendrá un tiempo.

Vendrá un tiempo en que ya no sabremos dar un

nombre a lo que nos una. Su nombre se irá borrando

poco a poco de nuestra memoria.

Y luego, desaparecerá por completo.



(Hiroshima mon amour)






Me dio por dibujar caracoles. Lo hago camino al trabajo y aunque los traqueteos del bus no me son favorables, insisto en esa demanda, como si me fuese la vida, como si ésta se redujera a caracoles preñados- a veces- y otras tantas con la apariencia de Roberto Bolaño.
Le digo a Mayra que con los grandes no hay que compararse sino aparearse. Ahora lo hago con él, con quién pregunta Mayra, le respondo que con Bolaño.

No tengo un modelo a mano, así que viajo hacia al memoria y sale el primer esbozo, ante la mirada expectante, por encima del hombro de ese desconocido de turno que es ahora mi compañero de asiento. Por un momento siento la necesidad urgente de excusarme, de decirle que no se dibujar; tampoco escribir, como máximo logro acceder al escalafón de la escribidora perpetua, pero no lo hago, solo pienso.




No puedo continuar, ese es el motivo-entre otros- por el que no me véis por aquí.



Sólo resta decir: ¡Dios salve a la reina!

domingo, 25 de enero de 2009

martes, 20 de enero de 2009



Apenas hay luz de día y una mujer se levanta de la cama, abandonando el abrigo del cuerpo pueril, rendido, que aún la abraza. Se dirige hacia la cocina y abre la pequeña ventana que da al patio.
Enciende con sigilo un cigarrillo. Observa las ropas tendidas: camisas de franela del vecino del cuarto-Llevan varios días ahí, ya secas...-. Las braguitas de encajes, junto a la funda de la verga de palo de los transexuales del segundo.
Ve salir a la colombiana: Lleva a su loro en la jaula, dejándolo junto a las palmeras enanas que rodean el adoquín.
Desde arriba, la mujer, grita bajito ¡Guapa! una y otra vez, hasta escuchar su voz, en la voz impropia del animal.
Pasa el primer avión de la mañana a ras del tejado.

Apaga la colilla, se enjuaga la boca con hojitas de menta, y vuelve al calor de la cama. Besa al hombre, que aún sueña, quien sabe con qué, y en el roce, el cuerpo del otro se desvanece, junto a las sabanas, las zapatillas de ambos, los libros de sobre la mesilla...

jueves, 15 de enero de 2009




Dibujo pintado con el pie



PARTE PRIMERA Y ÚLTIMA



Daniel lee un cuento a su hijo para no dormir.



- Rephli era un perro. De eso no cabía la menor duda. Marcaba su territorio alzando la pata , movía la cola cuando estaba alegre, colocaba orejas hacia atrás si avistaba un gran depredador y enterraba en el jardín cualquier calcetín que encontrara por casa. Todo lo delataba, excepto que era un fantasma y nadie o casi nadie podía verlo. Esto lo traía muy enojado, sobre todo porque el único que podía advertir su presencia era un ratón que se burlaba continuamente de él -Eres transparente-le decía-.

-¿Papá, cómo llego a ser un fantasma?

-Su amo, un hombre malvado, lo abandonó en la playa. Pasaron muchos días de frío y hambre, así que, algunos vecinos se compadecieron de él, e intentaron acercarse para llevárselo de allí, pero Rephli sintió miedo-ya nunca confiaría en ningún hombre-y huyó en dirección contraria, adentrándose en el mar.

-No debió huir, papá. Esos hombres eran buenos y querían ayudarle...

-Pero el no lo sabía. Solo conoció a su amo y para él todos eran uno.

-¿Y que hizo después?

-Que fue devuelto a la orilla cuando bajó la marea y de allí -sacudiéndose - se encaminó a la que había sido su casa, con una idea firme: ¡Venganza!

-¿Y cómo se vengó papá?

-En la madrugada, profería aullidos que dejaba a su amo con los pelos de punta -algo extraordinario, ya que los tenía rizados-, o se orinaba en la olla del puchero, o se comía sus calzoncillos...Esto lo hacía de forma alternativa o bien todo al mismo tiempo. Tras unas semanas, su amo ya lucía unas grandes ojeras y se quejaba de jaqueca. Empezó a faltar al trabajo aludiendo que se encontraba enfermo. Un mes más tarde lo hallaron escarbando en su jardín-había olisqueado un hueso de pollo- A su lado, el ratón que tanto se había burlado de Rephli, era ahora de él, de quien lo hacía.

-¿Y que pasó con Rephli?

-Terminó siendo el perro guía de un ciego, al cual iba estampando contra todas las farolas.


Este cuentecito-aparentemente inocente- fue escrito para Daniel Escudero López. He de decir, que en ningún momento pensé en él , algo contradictorio, ya que mi objetivo fue desde un principio hacerle feliz de algún modo. Añadiré que me pudo más la memoria: hace años ocurrió en las playas de Huelin, frente a mi casa, que los de la Protectora de Animales, alertados por los vecinos, del estado lastimoso en la que vivía un perro al que habían abandonado en la playa; se presentaron allí para llevarselo al refugio. El perro asustado, se adentro en el mar tan lejos, que terminó ahogado. En estos días en los que no han faltado correcciones en el texto, intenté echar fuera algún que otro demonio-de ahí el milagro de la escritura-y convertí a ese perro en Rephli.

Para nada es un cuento moralizante, como algunos han llegado a pensar, si así lo fuera, no habría venganza, sino perdón. En este punto el subsconciente me jugó una mala pasada.

Es curioso cómo podemos recrearnos todos los que nos volcamos en esto, y me refiero a advertir todo aquello que los demás no advierten, producto de un trabajo de muchas horas: la omisión de lo crueldad en su estado máximo, los mensajes subliminales, la carencia de explicaciones que fuerzan al otro a deducir por su cuenta...

Concluyo, que Rephli representa algo más que un perro, es el abandono. No, no es lo mejor que podría dar, pero si, lo que quería dar en este momento.

martes, 6 de enero de 2009



Esta noche han venido los Reyes Magos del Oriente cruzando el mar, aunque esto no les hace mucha gracia a los camellos, que se marean mucho cuando las olas son muy altas, pero es que no pueden llegar de otra forma a mi casa. Podrían venir en globo, pero son muy grandes y se les saldrían las patas traseras.
Algunos niños cuando se hacen grandes- y les empieza a salir pelos en las orejas- dejan de creer en ellos, porque dicen que han visto a sus papás colocar los juguetes, y que son ellos y no lo Reyes Magos; pero se equivocan y muy mucho; los papás son sus delegados en el Ministerio de la Ilusión. Así pueden ir a cualquier parte del mundo en una sola noche, de otra forma no estarían a tiempo las focas de peluche en el iglú nº 49- Polo Norte.

Esta noche no quise dormirme porque siempre que entran no los veo, y hoy quería darles un abrazo, aunque como papá trabaja para ellos, se lo he dado a él. Y un beso grande. Bueno, y también jugar con mis regalos que ya les pedí y les describí en una carta para que me trajeran lo que más quería en este mundo- pero claro- este año no debieron entenderla muy bien, porque al levantarme al escuchar ruidos de puerta y crujidos de papeles, vi en el salón un carrito de la compra, cuando yo les había pedido una bici negra, con neumáticos blancos y llantas doradas de cinco velocidades para correr. También me han traído un pijama cuando lo que quería era no sentir frío nunca jamás. ¡Ah! y un muñeco de la risa que cuando le haces cosquillas hasta se revuelca en el suelo.
Esto es lo que me ha gustado más, solo que es de pilas y hubiese preferido uno que no las necesitara.

Papá ha venido también con un roscón para el desayuno y en mi trozo a caído el regalo sorpresa: una reina pequeñita, muy pequeñita. Le he tenido que lavar la cara que la traía llena de crema.
Por eso yo nunca dejaré de creer en Dios que es el jefe de los Reyes Magos y de papá.