jueves, 7 de agosto de 2008

Probando, probando...capitulo ll

Hoy es unos de esos días en los que te dices: me voy a poner trascendente. Así, como el que no quiere la cosa. Atusas tus bigotes -si, tengo bigote ¿Qué pasa?-Colocas bien las gafas en la curvatura inicial de la nariz, la que va pegada a la frente. Esta operación la realizas varias veces por lo de la sudoración añadida del verano, y terminas encendiendo una pipa u hoguera. Esto está sujeto a la inspiración del autor y al cambio climático.

Ya preparada frente al Word, recuerdas las palabras de Juan Manuel de Prada citando a un autor extranjero-creo- un tal Kosisinki, donde nos dice que la escritura banal es perecedera ,y como no quiero asemejarme a un yogurt que después de varias días pasados de fecha de caducidad, igual los comes porque dices: hay margen. Vas y piensas en algo sustancial como tema: las uvas. Si, pero con queso.

Y te preguntas…
¿Es cierto el dicho de que las uvas con queso saben a beso?
No siempre, y me remito a los hechos.
Qué ocurriría si las uvas las comiera con queso de Cabrales, pues que sabrían a cabra.
Yo nunca he “besao” el hocico de ninguna, pero las he olido.
Y si es con queso de Burgos ¿Sería como besar a un burgalés? ¿Y cómo será el beso de un señor de Burgos?

Es por estas hipotéticas razones por lo que he decidido hacer caso omiso tanto a la sabiduría popular como al señor Kosisinki y de paso pedir cita al podólogo para el mes que viene, que es tiempo de vendimia en Murcia.



miércoles, 6 de agosto de 2008

Un, dos, tres, probando




Mi hermana dice que hago ruiditos con la boca. Me lo hizo notar hace apenas unos días. Así supe atrapando uno de ellos, que más que un murmullo se trata de un sonido gutural, como si lo oral no quisiera tomar forma y eligiera quedarse en eso, en una especie de gruñido.
A veces es un estado de ausencia- de eso hace tiempo que soy consciente- las imágenes surgen reveladoras, atrayentes, y las dejo escapar tal como aparecen, liberándolas de un posible nacimiento que podría no ser festivo.
Le digo que escribo, a mi hermana, le digo que en una u otra forma, es así como ahora escribo y es cierto, concibo historias que guardo a buen recaudo. Vienen, van, se pasean ante esa otra mirada, exhibiendo sus galas, contradictoriamente simples, entre gruñidos y ausencias. Son solo mías, pero en esto miento, es la imposibilidad de conjugar, de excretar…lo que hacen que nunca sean.