lunes, 29 de octubre de 2007

Puta vida

La familia Peña Bustamante- de los Bustamante de toda la vida- era todo menos vulgar, de hecho tenían un acuerdo tácito: No morir ninguno en Navidad para así no chafar las fiestas.
El único que incumplió las reglas que durante generaciones se habían respetado con escrupuloso deber, fue el tío Genaro, que aunque lo había hecho unos meses antes, no por eso lo disculpaban. Y es que el Otoño le producía tal fascinación que al final terminó con él y de paso con todos ellos.
Las castañas, esas asaditas de los puestos que se iban colocando en cada rincón de la ciudad le traían como loco.- Cuándo empezarán a asar, les preguntaba mientras colocaban aún los toldos y el tinglado de olla con agujeros.-Para dentro de una hora más o menos... Y él se colocaba allí sin dejarlos respirar.
Un día se levantó como a eso de las nueve de la mañana y se fue directamente hacia el puesto de su barrio; esperó hasta las once hasta que le sirvieron el primer cartucho de castañas. Siete castañas por un euro. Miró lo que llevaba y vio que tenía lo suficiente como para no despegarse de aquel lugar hasta el día siguiente.
No acababa de comer uno cuando ya pedía otro y otro.... Tanto, que no daba a basto al hombre del puesto a reponer una nueva remesa y servir al resto de los clientes que ya hacían cola desesperados.
Al décimo segundo cartucho-eso es lo que vino en las noticias de periódico local al día siguiente- al tío Genaro se le empezó a hinchar los mofletes y después hasta el alma, cayendo fulminado al suelo. El forense dictaminó que la muerte se había producido por una ingesta excesiva de hidratos de carbono complejos y que quedaba fuera la posibilidad de que se tratara de un suicidio.
La familia Bustamante jamás se lo perdonó. ¡Tan cerca de las fechas! decían unos ¡Que poca consideracion! decían otros, y sentados alrededor de aquella mesa en esas Navidades ya no les supo igual la sopa de almejas que la tía abuela preparaba como nadie. Ahora era el sabor a castañas asadas la que lo sustituía y el cava brotaba a gotitas de cada uno de los ojos de la familia, hasta llenar copas y copas que explotarían desde entonces en una especie de melancolía otoñal.





Este es un cuentecito para mi tía Ana, "a la que tanto quería", como diría Miguel Hernández.

La foto fue tomada las Navidades pasadas. Ella ya me lo advirtió: Esta sera la última y yo la creí. Estaba ya tan delgadita que hoy la inflé a castañas por si acaso me lee, esté donde esté y ríe un poquito con mis tonterias.

sábado, 27 de octubre de 2007

Albertucho

Para el hombre que las rías le hablan,
por esos regalos que de vez en cuando me hace, cuando le vengo a su mente y el a la mía

jueves, 25 de octubre de 2007

Las cloacas del arte


El hombre de finos bigotes toma asiento de frente. Me habla del curso de arte, de precios, de cómodos plazos...me pide un adelanto. Le digo que no lo tengo. El me mira sin mirarme y se atusa los bigotes ladeando su labio superior, asomando los colmillos. Me pregunto que tipo de animal será. Un lobo no es. Los lobos comen gallinas porque tienen hambre; yo también tengo hambre. La del hombre de finos bigotes es otra.

Me levanto de aquel lugar que huele extrañamente al dulzón de caramelo, y salgo por la calle donde la preside el Pensador de Rodin. Llueve, y al Pensador le caen las gotas rodando de la frente hasta los pies. La gente se amontonan y disparan. Disparan contra él flashes, yo solo quiero hablar con su creador; quiero preguntarle por sus divagaciones que se eternizan .Le comento el trato hecho con el hombre de los finos bigotes, y el me señala con los ojos de bronce al cuerpo que duerme en un escalón a unos metros de allí. El viejo tirado debe ser menos viejo de lo que aparenta. Está dormido me dice Rodin, no piensa me dice Rodin, no necesita.
Le digo que si, que lo hace. ¡No! -continúa Rodin, eso que me dices no lo es...Anda y ve hacia él. Despierto al hombre que no es tan viejo del escalón y le digo que Rodin me envió. El me dice que no lo conoce, que le deje en paz. Es entonces que empiezo a sentir miedo. Miedo del hombre de los bigotes que poco antes me puso precio, del Pensador hablante, de el hombre que duerme sobre un escalón borracheras de abandono. De mí.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Fito Páez, Sosa y Heredia

Yo vengo a ofrecer mi corazón

Monólogo Chino




No se vosotros pero yo, cuando me enfrento a una de mis innumerables crisis (las tengo cuantificadas y catalogadas) siempre tengo un plan de acción.
Esta vez ha sido el por mi denominado L.G (Limpieza General) y es que no hay cosa mejor que pasar la mopa hasta por las páginas de "Crimen y Castigo" ¡Que ya deben tener un polvo...!. Pero siempre hay algo que me distrae, que me hace fracasar en mi empeño y es que el clima no está siempre de tu parte: Si te propones lavar las ventanas, llueve y si quieres limpiar las hojas del susodicho libro, no lo encuentras, y recuerdas que se lo debiste prestar a alguien, cualquiera sabe en que año d.c y que aun no te lo ha devuelto.
En esta tesitura y para no dejar de hacer nada- eso sería otro error, hay que enfrascarse en mil cosas-prendes el ordenador, que no lo incendias-y comienzas a leer el correo.
Cincuenta mensajes: Cuarenta y nueve son spam, por cierto uno de ellos sobre la viagra femenina (francamente interesante) y uno de Lulú.
Lulú es una chica que agregué en el messenger hace como unos dos años y que me mantiene informada de su vida sólo y exclusivamente por emails tales como: Horóscopo Chino y yo claro está, lo abro. Todo sea por saber sobre su estado de salud mental.
Este comenzaba con un...EL AÑO DEL DRAGÓN DE HIERRO. A lo que me dije: Esto debe ser interesante ¡Con lo que me gustan los Dracos! y proseguí la lectura.



SIGUE LAS INSTRUCCIONES

-Por supuesto, me digo, como negarse a un Dragón

NO ESPÍES O NO FUNCIONARÁ

-¿Espiar? ¿A quien? ¿que? ¿cómo?

TOMA LÁPIZ Y PAPEL

-Papel tengo ¿sirve un boli?. Aquí ya empiezo a asustarme. ¡Le estaba hablando a un correo!.

NO ESPÍES

-Al final me darán ganas de hacerlo, como siga asi...pero si supiera que es lo que tengo que espiar...

NO PIENSES

-No hay problema. Eso se me da muy bien

ESCRIBE DEL UNO AL DIEZ ENCOLUMNADOS A LA IZQUIERDA

-Aquí comienza mi primera dificultad. Desde niña tengo serios problemas de orientación y trás múltiples intentos encuentro el margen izquierdo.

EN EL DOS ESCRIBE UN NÚMERO

-Esto es facilito. Elijo el siete

EN EL TRES Y EL SIETE ESCRIBE DOS NOMBRES DEL SEXO OPUESTO

-Me dispongo a ello

3-Alí

7-Ramón

EN EL OCHO, NUEVE Y DIEZ: TITULOS DE TUS CANCIONES PREFERIDAS

-Aquí se complica. Nunca me acuerdo de como se llaman. Siempre las nombro por algo que recuerdo de la letra

8-Las sardinas

9-Mucho ruido

10-Corazón roto

FINALMENTE PIDE UN DESEO

-Por supuesto ¡Que me suban el sueldo!

LA CLAVE DEL JUEGO

LA PERSONA QUE ESCRIBISTE EN EL NÚMERO TRES ES DE LA QUE ESTÁS ENAMORADA.

-Fuí a comprobar que es lo que puse, porque a esas alturas ya ni me acordaba. ¡Ah, sí! Alí, ¡Pero si ese es mi perro!. Si creyese en la reencarnación podría tener sentido. Posiblemente mi perro es el hombre de mi vida que aún está en una fase de superación espiritual y que en la próxima vida se convertiría en caballo y yo con suerte en yegua, pero ¡claro! lo mio sería una involución-ahora soy humana-pero si me empeño hasta podría suceder y entonces viviríamos felices en un prado masticando hierba. Esto ya empezaba a convencerme. ¿Y si el test tenía más razón de lo que creía?

EL NOMBRE QUE HA ESCRITO EN EL NÚMERO SIETE ES EL HOMBRE QUE LE GUSTA PERO QUE JAMÁS TENDRÁ NADA CON ÉL

-¡Pero si llevo casada con Ramón tres años! ¡Cómo no me habré dado cuenta antes!

LA CANCION QUE ESCRIBIÓ EN EL NÚMERO OCHO CORRESPONDE CON EL NOMBRE DEL NÚMERO TRES

-Aquí me quedé patidifusa. ¿Cómo saben que a mi perro le chiflan las sardinas?

LA CANCIÓN NUMERO NUEVE....






¿Pero que hago? Si lo que realmente quiero decir es que...




Anhelo nuestra cama desalmada


deseando brincar de nuevo en ella


y que tu


hombre suplicante


me ruegues con tus ojos


con tu boca


todo tu


uno de mis cuentos


y yo


ofreciéndome


adquiriéndo múltiples formas


para que vuelvas a recogerme


acunándome


y


poder descansar


así


mi sueño en tus sueños


jueves, 18 de octubre de 2007

Manhattan

Para hombres que escriben con pilots

miércoles, 17 de octubre de 2007

Patatín y Patatán

Todo cuento debería terminar con un colorín colorado y puede que este sea uno de ellos.

Esta es la historia de dos ratoncillos de campo; aunque de todos es sabido que los ratones no tienen historia-al menos una que sea digna de mención- pero en fin, os relataré lo que ocurrió entre ellos.
Paseaban por los alrededores de una granja, como tenían por costumbre, tras una siesta de panzas bocarriba -¿O eso era lo que hacia el gato?-Porque en esta historia también aparece un gato, uno que siempre iba con linterna a pesar de que fuese de día. Nunca se sabe en que momento el sol podría desaparecer y dejar paso a la luna. No tengo mas que decir que el gato al que me refiero era algo despistado.
Aquella tarde como os digo, se encontraron los ratoncillos con Misifú. Así es como se llamaba tal felino y es que su ama de imaginación andaba escasa.
Los ratoncillos color de paja iban charlando por el camino. Se trataba de ratona y ratón aunque podría ser ratona y ratona o ratón y ratón pero las combinaciones no vienen a cuento en este cuento.
En definitiva, que ella le espetó: ¡Tengo un secreto! a lo que Patatán, así es como se llamaba su compañero de paseos -a el no le puso nombre ninguna ama. Nadie tiene ratones de campo en casa, es mas le pone cepos.-algo sumido en sus pensamientos le preguntó; pero Patatín, la ratona, no contestó a la primera. Es mas se hizo rogar y lo hizo tanto que Patatán se canso de indagar.
Los ratones llamados Patatán nunca preguntan mas de dos veces; cuanto mas tres y el no podía ser menos o más.
La cuestión es que Misifú se acercaba al acecho con su linterna encendida y en una sacudida de miaus se abalanzó sobre ellos.
Patatín y Patatán cayeron en el acto en sus garras y a pesar de estar aprisionados se escuchaba a Patatán: ¡Vamos mujer!-aunque ella era ratona-antes de ser engullidos por este felino dime cual es ese secreto.

-Mi secreto es, es, es...
-¿Pero, me lo quieres decir?

Mientras tanto, Misifú no caía en su asombro con estos dos roedores; ni siquiera se mostraban asustados y hambre no tenia, así que se aburrió y los dejo escapar continuando su inspección de rutina por otros rincones de la granja.
Ahora que hemos sido liberados ¿me lo dirás? le rogó Patatán a Patatín
Bueno, dijo la ratona. Lo cierto es... que no tengo ninguno, tan solo quería llamarte la atención, como andabas sin hacerme el menor caso...
Patatín y Patatán siguieron su paseo pero esta vez en silencio.
Ella iba pensando en su próxima estrategia para atraer a Patatán y él en el trozo de queso gruyere que había escondido debajo de un árbol.



Y sigo hablando de amor






sábado, 13 de octubre de 2007

Diana Krall

Porque no puedo resistirme a ti

El pub de Lerwick


Ven conmigo. Te mostraré lo que veo y lo que veo es una mujer tras la barra de un pub de Lerwick: *"donde los árboles solo existen al abrigo de los jardines amurallados". Sus pechos lechosos, generosos como ama de cría, sostienen la cabeza de un tipo ebrio a la que acaricia con ternura. Pero no se trata de ti. Tu estas sentado en una pequeña mesa de roble, solo, tomando una pinta de cerveza negra.Te pasas una mano sobre el cabello y vuelves a tomar un trago. El humo del cigarrillo al que das la última calada te hace entornar los ojos; pero algo te llama la atención y los abres como una sacudida. La actuación va a comenzar y el regente la anuncia. Es ella, la de cabellos rubios y eterna sonrisa. Está lejos de ti, subida a un improvisado escenario-yo fui quien la puso allí-. Aun no lo sabes, pero es así. Canta: ¡Oh temptation, temptation. I can´t resist!; sonando como un ruego, deshaciéndose en miradas que se dirigen a ti. Tal vez te levantes. Si, te levantas y te diriges hacia ella atravesando el ruidoso gentío del establecimiento. La bajas de su peldaño y la colocas frente a ti.
¿Que hará ella? Tal vez roce con su mano tu hombro, tal vez te desnude dentro de sus ropas, tal vez... ¡Oh Temptation!

miércoles, 3 de octubre de 2007

Nessun Dorma

Te quiero Maudi

Gli enigmi sono tre, e una è la vita!



Llevo días abrazada a él, durmiendo con las últimas palabras de un capitulo que se cierra y lo vuelvo a colocar en la mesita, esperando la noche siguiente hasta volver a sus caricias.

Hace años supe de Kundera y de su Insoportable Levedad Del Ser pero no debió ser el momento. Ahora lo es. Lo es, cuando el hoy son mil puertas cerradas y apenas acabo de abrir una asomándome por ella.
Me hablaron de una historia de amor escrita por un checo, entonces no me interesó, en aquellos días no , y ahora descubro que es mas que eso "è la vita" y en esas páginas hallo al otro y trato de comprender a Tomás y al mismo tiempo soy Teresa. Cuántas veces dije: ¡salvame!. Ya no lo recuerdo... y la respuesta siempre fue la misma que partían de distintas bocas: Hazlo tu misma. Pero Tomás no es como los otros ni siquiera como nadie, es una proyección de su creador.

Ella vino a él como un niño Moisés en una cesta de mimbre, a los pies de su cama y él la tomo, redimiéndola. ¿No es acaso lo que tanto supliqué? pero es ahí donde lo encuentro, en una páginas de papel- en una invención- y es ahí cuando aumenta mi desconsuelo o tal vez mi esperanza.
El hace el amor con otras-insaciable- abriéndolas con la precisión de un bisturí, pero siempre vuelve a Teresa, ella es única para él - su salvador- y es en ella donde se halla; Y en ese instante es donde dejo de ser yo: La otra de otros y me entrego a un Tomás como se entrega Teresa con una fidelidad que es solo suya.

Cuando das lo que te pertenece, para que le ofrezcan lo que tu no puedes dar, es un acto de amor que no pude entender hasta ahora, aunque duela oler en su pelo el del sexo del otro. En este punto se me antoja: que Teresa y Tomás, que tu y yo, son y somos el origen de un Paraíso perdido.




Y suena el aria final de Turandot " Nessun Dorma" y muero por estar un día en La Scala de Milán oyendo ya no a Pavarotti, el ya duerme como diría un aglosajón, y mearme en las bragas como una Julia Roberts en Pretty Woman. Pero eso es otra historia...





Te dejo con la princesa que se encerró en una fortaleza, esperando a aquel que fuese digno de ella; aquel que descubriese sus enigmas.