martes, 23 de diciembre de 2008

Clase magistral navideña


Mis queridas internautas como os prometí en la anterior entrada ,hoy os deleitare no solo con mis avances en el dibujo, sino también con una clase magistral navideña, como el propio titulo indica.
El tema a tratar, será el de cómo colgar a tu ex de las bolas en el árbol de navidad, y se enciendan las luces al mismo tiempo sin que llegue a electrocutarlo.
Para ello necesitaremos algunos objetos que podréis encontrar fácilmente en casa: un árbol de navidad, una aguja de croché, unos centímetros de lana, un litro de anís el Mono, una caja surtida de polvorones y un traje de Mamá Noel.
Lo primero es montar el árbol, para ello necesitareis cuatro horas,cuarenta minutos; para las más expertas en estas lides solo le serán necesarias cuatro horas.
El segundo paso sería el de la llamada.
Lo haréis por teléfono u móvil e invitareis a vuestro ex a casa a comerse un polvorón.
El tardará en llegar unos cinco minutos, de ala importancia del paso primero.
A continuación le instáis a que tome asiento en el sofá mullido del salón, y una vez relajado, le ofrecéis los polvorones. El mostrara síntomas de desorientación -no os asustéis- proseguid con la caja en la mano, hasta que se haya llenado la boca de al menos seis de tan deliciosos dulces. Bastará unos momentos para que os pida algo de beber. Aquí es donde entra en juego el litro de anís el Mono, el cual tragara con ahinco.
Una vez desprovisto de todas sus facultades nos dirigiremos en busca de la aguja de croché y unos centímetros de lana de color preferiblemente beige, procediendo a atarles las bolas con una bonita labor. Haréis un circulo con seis puntos en cadeneta-serán suficiente- después irían tres puntos altos, dos puntos en cadeneta y de nuevo tres puntos altos y cerráis.
Una vez hecho, lo arrastrareis de las piernas hacia el árbol de navidad y colocareis sus bolas- ya rojas- al lado de otras, guardando una relación cromática con las ya colocadas en el árbol. En ningún momento queremos perder la estética.
A continuación os iréis a un Centro Comercial, donde recogeréis el traje de Mama Noel sexi que habías apartado-esto sin prisas-y volveréis de nuevo a casa, donde ya a esas hora vuestro ex habrá despertado del coma etílico.
Os colocareis el traje rápidamente y encenderéis las luces navideñas evitando que entren en contacto con las bolas de vuestro ex. Recordad que no queremos que muera electrocutado.
Puede que escuchéis algunos gruñidos, no os alertéis, es normal.
El último y definitivo paso, es que tengáis la voz templada; y con gracia y soltura le cantéis: "Navidad navidad dulce navidad, me has dejao ,capullo, pero a mi eso me da igual ¡Ey! "
Repitiendo el estribillo hasta que él se de por enterado.
Esto es todo amigas, si os surge alguna pregunta acerca de esta lección magistral podéis dirigiros a la siguiente dirección
O llamar al :
6453476984567 que es el teléfono de mi abuela

jueves, 18 de diciembre de 2008

A Maudi enamorada


¿Qué es el amor? No se sabe. Bien. Partiendo de esta premisa me he permitido hacer un gráfico muy bonito, con el fin de que nos sirva de base o/e/y entretenimiento de nuestra primera clase acerca de este tema tan popular como escabroso.
-Por favor Lacan, aparta que voy yo.
Todos sabemos que existe una primera fase que es la del conocimiento, también conocida como fase cebolla . En ella te acercas al otro, lo vas descubriendo. Charláis durante horas acerca de Platón,intercambiáis recetas culinarias, habláis de vuestra infancia:- Y empezáis a daros cuenta de que tenéis mucho en común.
-¡¿No me digas que a ti te gusta Barrio Sésamo, pero si a mi me encantaba?! ¡y Cat Stevens! ¡si! ¿y la conjura de los necios ? también la has leído tu, ¡genial! Oye, no se, como no nos hemos conocido antes....Esta fase puede durar meses (no mas de dos y no menos de uno) en el cual habláis durante horas (aún no se folla) sin mostrar síntomas de cansancio.
La segunda etapa es la del enamoramiento en la cual empiezas a ser un coñazo para tu amigos, o bien los ves solo para hablar del otro o para no verlos.
En esta proyectáis sueños en común como podría ser una casa en el campo; y ya te imaginas el ático, el jardín que el ha prometido diseñarte -con columpio y todo- y hasta llegáis a desvariar montando una granja. Podríamos definir esta etapa como la Casa de la Pradera.
Aquí se empieza a hacer el amor, sigue sin follarse.
Llegamos al tercera fase donde os decidís ir a vivir juntos, y ella o él se traslada a la casa del otro. Empiezas a darte cuenta que aquella no es precisamente la Casa de la Pradera, excepto porque ya viven en ella un gato, dos tortugas y un canario, en cuarenta y cinco metros cuadrados. Aquí surgen latentes las diferencias, sobre todo, porque no hay espacios donde esconderlas.
La parte favorable es que en esta etapa ya se folla y a todas horas, pero eso cansa,con lo que pactáis con el tiempo que sera solo una vez al día tras la cena y antes de dormir.
La cuarta fase sería el declive y es aquí donde entra en juego la rutina. A estas alturas de lo único que habláis es sobre temas cotidianos y de salud. Un caso a poner de ejemplo seria el estreñimiento como si todo lo que habías soñado se hubiese reducido a eso, a cagar o no cagar ¡y la habéis cagado!
En la fase terminal o quinta de nuestro estudio, es la que comprende la toma de una decisión: acabar con todo, de lo que pasarías al grado honorífico de "ex", pero eso sí, como sois seres civilizados, acordáis de que seguiréis siendo amigos, no como antes, sino unos con conocimientos adquiridos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

A la pata coja



El Neolítico es el período de la historia donde el hombre fue más feliz. Apareció no hace mucho como titular en la prensa y se me quedó grabao.
Cuando leo estos tipos de pronunciamientos -que me huelen más a sentencia que a otra cosa- suele salir mi vena más ask-erosa, y me cuestiono: ¿A esa conclusión habrán llegado por un recuento de fósiles hallados en esa etapa en los que; con una sonrisa en la boca superaban en número a los que tenían expresión de “¡me estoy muriendo, Joe!?


Si este mismo estudio lo hacen en Andalucía, seguro termina volviéndolos majaras, porque aquí contra más jodido se está, más se ríe. Yo no se si es porque esnifamos demasiada sol, pero es así.
Un ejemplo es mi caso: hace unas semanas me caí torciéndome el tobillo. Me llama una amiga para saber como estoy; a lo que le respondo: muy bien, aquí tendía con la pata en alto ¡con una punzas que me da…! Menos mal que para moverme tengo las muletas de mi padre. Creo que aún no se ha dao cuenta que se las cojí prestá, pero el otro día lo vi reptando hacia la cocina. Y tú no sabes los músculos que me están saliendo. Lo peor que llevo son las mañanas, que me despierto siempre con unas ganas de mear… y como el pie malo a esa hora aún sigue dormío, no lo llevo coordinao con el resto del cuerpo, así que por más que corra (es un decir) no llego nunca a tiempo a la taza del water. Ya me he hecho dos veces encima- huelo a gato-pero no pasá ná me lavo a trozos, eso sí, pá que no se me moje la pierna que más que una pierna parece una momia, ahí envuelta con todas esas vendas… sería la delicia de un paleontólogo. Pero por lo demás, genial.


Por otro lado imagino a ese hombre del neolítico expresándose con gestos -porque el lenguaje así, con todas sus palabras aún no existía- dando saltitos, gruñidos, tirándose de los pelos o en estado de convulsión. Esto último ya en fase de desesperación al intentar comunicar al resto de la comunidad cosas tales como “A la salida del sol iremos a recoger lechugas al huerto para hacernos una ensalá” Y es que los otros ante tal espectáculo debían estar partiéndose el culo-nunca entenderé de donde viene esta expresión- Todos sabemos que el culo ya viene partío como modelo de fábrica, y era así, no se podía ser más que feliz, o como mínimo un cachondo mental, no había otra opción.




Y esto ya va en serio: todos deberíamos volver al Neolítico.

lunes, 8 de diciembre de 2008

La invasión de las moscas

"Escribe F. Schiller, contestando a las quejas de su amigo Korner sobre su falta de productividad:
El motivo de tus quejas reside, a mi juicio, en la coerción que tu razón ejerce sobre tus facultades imaginativas. Expresaré mi pensamiento por medio de una comparación plástica. No parece ser provechoso para la obra creadora del alma el que la razón examine demasiado penetrantemente, y en el mismo momento en que llegan ante la puerta las ideas que van acudiendo. Aisladamente considera, puede una idea ser harto insignificante o aventurada, pero es posible que otra posterior le haga adquirir importancia, o que uniendose a otras, tan insulsas como ella, forme un conjunto nada despreciable. = La razón no podrá juzgar nada de esto si no retiene las ideas hasta poder contemplarlas unidas a las posteriormente surgidas. En los cerebros creadores sospechosos que la razón ha retirado su vigilancia de las puertas de entrada; deja que las ideas se precipiten pêle-mêle al interior, y entonces es cuando advierte y examina el considerable monton que han formado. = Vosotros, los señores criticos, o como querais llamaros, os avergonzais o asustais del desvario propio de todo creador original, cuya mayor o menor duración distinge al artista pensador del soñador. De aqui la esterilidad de que os quejais. Rechazais demasiado pronto las ideas y las selecionais con excesiva serenidad."





Hoy contemplo la salida victoriosa de ejecutar la razón, aniquilarla.


En estos días he podido apreciar tras un tortuoso letargo, a esos amigos que me ofrecen tanto a cambio de un gozo único. Uno de ellos me pasó el texto de Schiller, otros leyeron un esbozo al que me negué de ofrecerle cuerpo y construyeron a partir de una idea germinal, la historia que me fue incapaz.
Ahora os paso uno de esos borradores y el enlace de Lord Vaira para-a quien le apetezca-compruebe todo cuando digo.






Cazábamos al vuelo- a manotazos- aquellas moscas. Ya atontadas se las dábamos como aperitivo a las tortugas. Lo de las tortugas es otro tema menos interesante que el de las moscas; ellas solo sacan sus cabezas de debajo del agua, perezosas, con un único afán: desentumecer el cuello.
Las moscas en cambio, son más proclives a un acto de ternura. Revolotean sin descanso a tu alrededor, zumbando, cosquilleando con sus patas peludas, posando la piel que te aísla, que te construye; y las sientes en su levedad frente a esa gravedad tuya.
Lo peor de las moscas es cuando quedan pegadas a la tostada untada con miel, aún así, las separas con los dedos a modos de pinzas e intentas deshacer el pegajoso de sus alas para que vuelen de nuevo, para cazarlas de nuevo, para dárselas a comer a las tortugas.
No quiero hablar más sobre ellas.


¿Os gusta Alber Plá? Pues pinchad en él pero sin que le duela mucho, cabrones.