domingo, 27 de marzo de 2011

Los perros de la Srta. Ganzinotti



Qué hermoso es el graznido de los patos...Es la paz absoluta. Ignoraba que me gustase tanto el graznido de los patos...Pero ya no hay paz sobre la tierra.

Léon Werth 33 DÍAS









    Las campanas; si ellas no hubiesen repicado en el momento justo, en el que la Srta. Ganzinotti ultimaba esfuerzos por retener un cuerpo liviano, que la mantenía sujeta a aquella silla del café de la Plaza del Obispado, jamás hubiesen salido a pasear sus perros- los que no ladran por no molestar -.Falsearía este capítulo (minúsculo) si confesara la ignorancia de lo ocurrido, del lenguaje de los tañidos, de la necesidad apremiante de manifestar frente a un igual, lágrimas alternas con conatos de futuro.