Todo cuento debería terminar con un colorín colorado y puede que este sea uno de ellos.
Esta es la historia de dos ratoncillos de campo; aunque de todos es sabido que los ratones no tienen historia-al menos una que sea digna de mención- pero en fin, os relataré lo que ocurrió entre ellos.
Paseaban por los alrededores de una granja, como tenían por costumbre, tras una siesta de panzas bocarriba -¿O eso era lo que hacia el gato?-Porque en esta historia también aparece un gato, uno que siempre iba con linterna a pesar de que fuese de día. Nunca se sabe en que momento el sol podría desaparecer y dejar paso a la luna. No tengo mas que decir que el gato al que me refiero era algo despistado.
Aquella tarde como os digo, se encontraron los ratoncillos con Misifú. Así es como se llamaba tal felino y es que su ama de imaginación andaba escasa.
Los ratoncillos color de paja iban charlando por el camino. Se trataba de ratona y ratón aunque podría ser ratona y ratona o ratón y ratón pero las combinaciones no vienen a cuento en este cuento.
En definitiva, que ella le espetó: ¡Tengo un secreto! a lo que Patatán, así es como se llamaba su compañero de paseos -a el no le puso nombre ninguna ama. Nadie tiene ratones de campo en casa, es mas le pone cepos.-algo sumido en sus pensamientos le preguntó; pero Patatín, la ratona, no contestó a la primera. Es mas se hizo rogar y lo hizo tanto que Patatán se canso de indagar.
Los ratones llamados Patatán nunca preguntan mas de dos veces; cuanto mas tres y el no podía ser menos o más.
La cuestión es que Misifú se acercaba al acecho con su linterna encendida y en una sacudida de miaus se abalanzó sobre ellos.
Patatín y Patatán cayeron en el acto en sus garras y a pesar de estar aprisionados se escuchaba a Patatán: ¡Vamos mujer!-aunque ella era ratona-antes de ser engullidos por este felino dime cual es ese secreto.
-Mi secreto es, es, es...
-¿Pero, me lo quieres decir?
Mientras tanto, Misifú no caía en su asombro con estos dos roedores; ni siquiera se mostraban asustados y hambre no tenia, así que se aburrió y los dejo escapar continuando su inspección de rutina por otros rincones de la granja.
Ahora que hemos sido liberados ¿me lo dirás? le rogó Patatán a Patatín
Bueno, dijo la ratona. Lo cierto es... que no tengo ninguno, tan solo quería llamarte la atención, como andabas sin hacerme el menor caso...
Patatín y Patatán siguieron su paseo pero esta vez en silencio.
Ella iba pensando en su próxima estrategia para atraer a Patatán y él en el trozo de queso gruyere que había escondido debajo de un árbol.
Esta es la historia de dos ratoncillos de campo; aunque de todos es sabido que los ratones no tienen historia-al menos una que sea digna de mención- pero en fin, os relataré lo que ocurrió entre ellos.
Paseaban por los alrededores de una granja, como tenían por costumbre, tras una siesta de panzas bocarriba -¿O eso era lo que hacia el gato?-Porque en esta historia también aparece un gato, uno que siempre iba con linterna a pesar de que fuese de día. Nunca se sabe en que momento el sol podría desaparecer y dejar paso a la luna. No tengo mas que decir que el gato al que me refiero era algo despistado.
Aquella tarde como os digo, se encontraron los ratoncillos con Misifú. Así es como se llamaba tal felino y es que su ama de imaginación andaba escasa.
Los ratoncillos color de paja iban charlando por el camino. Se trataba de ratona y ratón aunque podría ser ratona y ratona o ratón y ratón pero las combinaciones no vienen a cuento en este cuento.
En definitiva, que ella le espetó: ¡Tengo un secreto! a lo que Patatán, así es como se llamaba su compañero de paseos -a el no le puso nombre ninguna ama. Nadie tiene ratones de campo en casa, es mas le pone cepos.-algo sumido en sus pensamientos le preguntó; pero Patatín, la ratona, no contestó a la primera. Es mas se hizo rogar y lo hizo tanto que Patatán se canso de indagar.
Los ratones llamados Patatán nunca preguntan mas de dos veces; cuanto mas tres y el no podía ser menos o más.
La cuestión es que Misifú se acercaba al acecho con su linterna encendida y en una sacudida de miaus se abalanzó sobre ellos.
Patatín y Patatán cayeron en el acto en sus garras y a pesar de estar aprisionados se escuchaba a Patatán: ¡Vamos mujer!-aunque ella era ratona-antes de ser engullidos por este felino dime cual es ese secreto.
-Mi secreto es, es, es...
-¿Pero, me lo quieres decir?
Mientras tanto, Misifú no caía en su asombro con estos dos roedores; ni siquiera se mostraban asustados y hambre no tenia, así que se aburrió y los dejo escapar continuando su inspección de rutina por otros rincones de la granja.
Ahora que hemos sido liberados ¿me lo dirás? le rogó Patatán a Patatín
Bueno, dijo la ratona. Lo cierto es... que no tengo ninguno, tan solo quería llamarte la atención, como andabas sin hacerme el menor caso...
Patatín y Patatán siguieron su paseo pero esta vez en silencio.
Ella iba pensando en su próxima estrategia para atraer a Patatán y él en el trozo de queso gruyere que había escondido debajo de un árbol.
Y sigo hablando de amor
Este cuento es para mi leoncilla.
ResponderEliminarSe lo debo desde hace mucho tiempo.
Te chero áfrica, ya ves.
Un final feliz como a ti te gusta, al menos no se los comio el gato.
Me ha gustado mucho Aniuska!!! Encuentro que es muy...real, si señora, si. Aunque debo decir que Patatán es un poquito...ratón, aha... Ui, será por puntos suspensivos...será que estoy suspensiva yo...pero eso no significa que suspenda, no me examino, aunque si doy clases, pero que solo podría suspender si no asistiera o si cantara con el trasero, ¿y qué otro tipo de suspensión podria tener o hacer?, suspendida en el aire no, ya sé que Rak dice que soy etérea, pero la volatilidad se la dejo a los gases nobles (que son muy elitistas para este menester), quizá mi vida si esté suspendida, bien atada pero suspendida sobre...sobre...sobre...¿ande coñio he puesto mi vida? Anda, como no tengo suficiente trabajo ahora me tengo que poner a buscarla, si es que no se les puede dar rienda suelta...
ResponderEliminarBuenos días corazón, creo que has obviado el hecho de que Misifú va al psicoterapeuta, pero como no es lo que importa de esta historia, te lo acepto. Desde aquí muchos besitos a Patatín, que le sea leve, trabajó le costará mantener a Patatán interesado, por todos es sabido que se despistan con cualquier cosa: una mosca, un pedazo de queso, una ratona, una piedra, sus propios bigotes (y/o pelusas)...
Besitos miles lindisima!!!!
Ay que chiquitín, tin, tin
ResponderEliminarera aquel ratón
que tiene Martín, tin, tin
debajo un botón, ton, ton
Muy bonito el cuento, aunque sabes que yo lo hubiera escrito de otra forma.
Los ratones Patatán nunca preguntan más de dos veces, es cierto, aunque quieran conocer las respuestas. El encanto de Patatín no está en su misterio sino en esos ojitos de ratona, y en la forma de mover los bigotillos cuando mira a Patatán.
Besos.
Mmm...pues...esto...
ResponderEliminar¿Tú? Vamos, hace más que la conoces...ehem...jajajajaja.
Hay que convencerla como sea, que no puede escaquearse jajajaja.
¿Hablamos con Alma?
Muas!!!!!
La m soy yo jajaja
ResponderEliminarJajajaja
ResponderEliminarJuanjo: que bien cantas
Maudi: Que "zuzto" me has dado con la M
Jajajajaja
Se lo dices tu
Esto...vale, voy a ello...te envio copia?¿?¿ así habrá testigos juasjuasjaus.
ResponderEliminarLa m es de mua, de miau, de monztduo, de mimito, de mmm, de muuuuuu, de menuda, de madu jajaja
Te tero Aniuska!
C.I.A.S.T.I.C.A.S. ?¿?¿?¿?¿
ResponderEliminarMe lo cuentas? que te duele la espalda dices?
"Complot internautico asistencial sobre tratamientos intervencionistas, caducifólios, astronáuticos y sintomáticos"
Por algún motivo que desconozco me siento importante jajajajajaja, que cosas.
ResponderEliminarUn cargo de tal responsabilidad...¿tengo placa o algo?
Es que soy pesqueñita, así que necesito algún simbolo que me otorgue nivel jerarquico jajajaja.
Aish...
Bien, me he convertido en un embutido y yo sin saberlo...Aniuska, que ya se me pasó la época de ir ceñida!!! que ya voy modosita...o algo así jajaja.
ResponderEliminar00069...demasiado fácil, demasiado fácil...juasjuasjuas.
Aish...como te quiero jodía...
¿Tú eres 00001?
Jos...menos mal que el 69 tiene algún que otro aliciente (aunque es más incómodo que otra cosa jajajaja)
Acepto el reto, felina de distintos ropajes.
ResponderEliminar¿En tu casa o en la mía?
Prometo no matar a nadie esta vez.
Muaksss (se dice así)
Pues tienes toda la razón, la verdad es que tengo mi espacio (y en consecuencia, a mis lectores) muy desatendidos desde hace bastante tiempo.
ResponderEliminarEso siempre me pesa, pero las circunstancias obligan en muchas ocasiones y en otras, símplemente la inspiración no está tan presente, o bien está orientada a otras causas.
Gracias por pasar a verme, pese a todo. Intentaré ponerle remedio a esta sequía literaria.
:D
ResponderEliminarEspera, que voy a babear un rato...
Ya tá!
Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, pero qué cositaaaaaaa! Patatín y Patatán son dos ratones afortunados! Ellos, aunque no lo digan siempre, se quieren, y eso, ni el mismísimo Misifú podrá destruirlo!
Compartirán el queso gruyere y también los silencios, pero todo con muchísimo cariño.
Y qué hacéis, locas? Ahí estáis las dos, que si Patatín que si Patatán, a mis espaldas de ratoncita ingenua! jajaja! Pero qué par de dos! Esos marditos roedoreeee! xDDD!!!
Jamía, estoy emocionada con tu regalo. Que sepas que me lo llevo puesto, a mi guarida, a mi leonera, a mi corazón. Quién es el gato? Quién es? Cual es el secreto? Me lo contarás algún día?
Creo que nunca terminaré de conocerte, Ana. Eres como una caja de sorpresas. Pero me gustas mucho así, loca. Y te quiero.
Lo siento, emocioná no sé decir más cosas...aisss...
Muchos besitos!!! MUAKKKSSSS!
Äfrica
Un secreto que no es tal secreto y el deseo de comer queso, han salvado la vida de dos ratones, o ratón y ratona. Tal cual parece una metáfora de la vida misma, o del amor.
ResponderEliminarUn abrazo
Aniuska tengo miedo!!!!!!!!!
ResponderEliminarQue me parece que me secuestran!!!!!
Oye, si en dos o tres días no sabes ná de mi empieza a preocuparte...tengo miedo...
¿Crees que me harán pupita? ¿Se supone que son amigos mios, no?
AAAAAAAARRRRRRGGGGGGGGHH!!!
Te quiero mucho ratoncilla!!!!
P.S.- No sé si te he comentado alguna vez que mis abuelos me llaman ratolí, ratoncín vaya.
Mmm...sigo teniendo miedo...¿sabes algo? ¿Vic te ha dicho algo?
JArl!!!!!!!!!!
muy divertido el cuento. lo compartire.
ResponderEliminarun abrazo
Nunca seres tan nimios dieron tanto que contar. Ahora comprendo tu sonrisa,,, jejeje Que bueno. Saludos brujos
ResponderEliminarPero que ratones más graciosos! Ahora mismo no se con cual me quedaría, si con Patatín o con Patatán. Aunq por otra parte pienso... pq he de elegir? Me da a mi en la nariz q estos 2 no serían igual el uno sin el otro.
ResponderEliminarY por cierto, yo tb tuve un gato llamado misifú, y rompo una lanza en favor de las dueñas con poco imaginación q ponen a sus gatos/as Misifú!!!!
Besos niña!!! :D
!!!Trágame tierra!!!
ResponderEliminarQue te trague la tierra?
ResponderEliminarPero chica, te has aliñao bien?
Jajajajaja!
Es que si no, se le hace bola!
juasjuas!
Perdona, me he levantao y me he venido a ver los ratones, y mira, se me ha salido la sonrisa....y la broma.
Un besillo, y que no te trague, y si te traga, lleva un hilo de ariadna para que podamos encontrarte, vale?
Äfrica
ultimamente no te entiendo, cambiaste en tu forma de contar, lo que no es nuevo debido a tu nuevo lugar....
ResponderEliminarSin embargo, me alegra que sigas escribiendo...
yo creo anita que tu,has pasado por el cine este verano y has visto "Ratatuy" con mi niño y contigo tengo ratones hasta en las sopas.
ResponderEliminarun beso
espero que el proximo sea de la prueba del cromo radioactivo.
Señores hoy se declara día de fiesta en este lugar
ResponderEliminarEl día que entró el Sr. Wells.
Ahora tengamos unos minutos de silencio
Los lunes están empezando a ser los días de la semana más divertidos, gracias a ti.
ResponderEliminarMuacks.
pues mira que a mi los ratoncitos hasta este mísmo momento en que he leido tu cuento como que no me molaban... pero no he podido resistirme a Patatin y Patatán...
ResponderEliminarPor cierto Patatán haciendo honor a su género de macho. Y Patatin no menos con el suyo.
También a mi me gustan los cuentos que terminan bien.
Así que contenta me voy de saber que esa parejita siguen sus días.
Besos Anita.
Joer.. que soy Sara
ResponderEliminarjajajjaa
Perraca!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAish, toy fatal, resfriada, con el cuello chopolvo (hoy no vi a poder cantar), con unos cardenales en las piernas!!!, y palarrastreestoy.
Eso si, cuantas sonrisas, cuantos lagrimones (eso no se me hace...), cuanto todo!!!!
Te quiero, con mocos, con carraspera, y los ojos hinchados, pero te quiero tanto!
1...2...3...4...5...
Si, lo de contar se me da bien ;P
Pásate a tomar pastas al jardín cuando teras amor!!!!
Te aviso...aún no he acabado contigo...jejeje...
ResponderEliminarPero no será hoy...y mañana quizá tampoco...cuando tenga tiempo jijiji...
Hasta entonces, a esperar te toca preciosa mía!!!!!
Sitositositositosito y muchos sitos para ti.
Y yo no lloré...casi...bueno, igual un poquito...ehem...
Te quiero!!!!!!!!!
Pues a mí el que me gusta es el gato, qué vamos a hacerle! A lo mejor es porque a veces me canso de hablar de amor...
ResponderEliminarBesos!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEl cuento ha sido maravilloso esta noche se lo voy a leer a mi hijo. Eres estupenda, me ha encantado conocerte. Sigue siendo igual eres especial.
ResponderEliminarNo se te ocurra borrarme este
no se si entendiste bien lo que quise decir...
ResponderEliminarComprendo que por tu seco gracias, no lo llegaste a captar
Un abrazo, preciosa