"La verdad es lo que corre detrás de la verdad, y ahí corro
yo, ahí los llevo, como los perros de Acteón, tras de mí.
Cuando haya encontrado el escondite de la diosa, me con-
vertiré sin duda en ciervo y ustedes podrán devorarme, pero
aún tenemos algo de tiempo ante nosotros".
J.Lacan
Es cierto que nunca tuve un diario.
A lo más; determinados escritos bimestrales,
anuales; solo cuando arreciaba el frío
o su contrapunto.
También y no menos cierto;
que siempre me supo a mediocridad
las anotaciones de a por horas conse-
cutivas, a excepción de los avistamientos
de algún cometa, y esos pasan de tanto
en tanto.
Pero hoy es uno de esos días que se abre
a un mes nuevo, al miedo de una renovada carencia.
Dejé de entender a filósofos, analistas, agoreros.
A esta calor racional.
Y lo que es aún más oneroso: dejé de buscar
respuestas.
N.Lool
Ilustración de Mayra M.Ganzinotti
Este lametón es tamaño de la vaca de Milka, que además de tener una lengua inmensa, deja un sabor a chocolate con leche tremendo.
ResponderEliminarTengo que doblarme, a pesar de la columna de palo de escoba que tengo, para hacerte el signo de adoración que te debemos por abrir de nuevo tu pecho a nuevos latidos emocionados, por hacer que seamos uno contigo, o dos o un trío, como bien sabemos.
La ilustración me ha traido a la cabeza a Alfonsina Storni, que dejó llevarse por el mar en un rapto de depresión. En su memoria dejo un recuerdo de uno de sus poemas, que parece que iba viendolo venir..
Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;
Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar
Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear
Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni
Besicos tiernos y prolongados
A mi la ilustración me ha traído a la cabeza al neorrealismo. Eso es perro o gato? Le falta una cabeza, en todo caso, como a mi.
ResponderEliminarUff, el miedo a las carencias es habitual. Y además a veces es la misma carencia siempre, que se repite y se repite.
Y seguimos temblando ante su presencia...o ausencia.
Y no. La gente que deja de esperar respuestas no es consciente de ello. Tú lo eres, por tanto, esperas, sigues esperando, de otro modo ni lo comentarías porque no existiría eso para ti.
Otra cosa es que desearías no esperar respuestas, pero eso no depende de tu voluntad, querida loca.
XD
Por cierto, a los filósofos no hay que entenderlos. De hecho no hay quien los entienda. Pero estoy segura de que algo de provecho han hecho y hacen en este mundo.
Tú eres tu propia filosofía, personal, intransferible. No necesitas filósofos de fuera.
Tener un diario es un acto masoquista.
Es como regodearse en las desgracias, cuando las hay, y exagerar las alegrías, cuando apenas nos rozan. Diario fuera pero ya!
No te dejo poema, como Nacho. Y es que todavía tengo en mente la poesía que me ha llegado hoy de los cielos. Estoy gratamente saturada de ella.
:D
Se despide L'americana.
Me encanta esa música. Creo que esa canción me la sé de memoria :D
...a veces, el dejar de buscar respuestas es la mejor manera de predisponerse para hallarlas!...espero que sea cual sea el momento en que las encuentres, te sirvan y te reconforten.
ResponderEliminarUn abrazo de domingo soleado y frío por aquí.
;)
...por cierto...sugestiva y preciosa imagen!
ResponderEliminarNo dices ni mu.
ResponderEliminarNada que objetar?
Decepcionada?
Diarrea, vómitos, halitosis?
Te has depilao ya?
Beeeehhh
cuando te cansaras de buscar respuestas cariño. Yo hace tiempo que deje de hacerlo. un beso grande de un calvo que te quiere
ResponderEliminarLlevo horas con tu blog abierto y no estoy exagerando. Pensando una manera especial de decirte lo que siento. Y no la encuentro. Ni siquiera me nace comentar la entrada, porque por encima de todo lo que pienso está la alegría de verte de nuevo por aquí.
ResponderEliminarTe eché de menos, perdí chispa en tu ausencia... al fin has vuelto!!
Besitos
Nacho, tú como siempre, tan optimista.
ResponderEliminarAl final tos se suicidan, te diré cómo:
a lametones.
Tu te lames cual vaca de milki de esas, pero como no te llegas, te hernias, de la hernia pasas a un estado de imbecilidad absoluta por lo que el único final posible es un subidón de glucosa en sangre hipocondríaca, que al final te la crees y de ahí al nicho.
Me parto contigo.
Deberías utilizar tanga.
A la Americana.
ResponderEliminarMe encanta tú pseudónimo, sobre todo porque me chiflan las pizzas, las de champillones, la de pollo y cebolla, las de anchoas, bueno toas.
Una cosa nostra te digo, que te equivocas en reondo, también lo podrías hacerlo en cuadrado pero no quiero que te des con las esquinas.
Dejé de buscar respuestas, que es cierto, oye.
Si al final preguntes lo que te preguntes siempre es la misma; y si no haz la prueba.
¿Dónde van los pajaritos del campo a beber cuando tienen sed? - A la piscina del chalét del vecino.
¿Y los patitos? - A la piscina
¿Y los leones? - A la piscina.
Eso tiene de que nos estemos quedando sin ecosistema.
Neo que sabia eres!
ResponderEliminarTe voy a recomendar al Papa pa que
te suban a los altares.
Ah! Es que ya tienes uno y de propiedad.
Bueno, pues entonces te nombro Papisa
por el poder que se me ha otorgado.
En el nombre de to los blogueros chiflaos.
Amén.
Anónimo.
ResponderEliminarNo me digas que sigues calvo?
No te pones el peluquín que te regalé por
tu cumpleaños.
Ende luego.
Pa el próximo será una boina, a ver si así...
Alís, me preocupa eso de que te quedes pegada a una pantalla y encima eches chispas.
ResponderEliminarTe has planteado que posiblemente seas un
mechero?
Chitibambán, eran gases.
ResponderEliminar¡Croacs!
jajajajajaja
ResponderEliminarA veces entro en combustión, así que podría ser...
Ahora sí. Ahora que te he leído en los comentarios te siento de vuelta de verdad. Estaba en una alegría contenida. La entrada no respondía a todas mis preguntas. Y aunque no suelo buscar respuestas, me gusta entenderlas cuando las recibo.
Magnífica reflexión sobre el ecosistema, por cierto. Y hablo totalmente en serio.
Entiendo en las vísceras, una vez más cuando te leo, lo que es el miedo a una renovada carencia.
ResponderEliminarMis abrazos, Nikte
Vaya! Vero, diste en la diana.
ResponderEliminarAggggggg.
Y ahora caigo de un sopetón al suelo, pero eso si, con una sonrisa en la boca.
Te echaba de menos Vero.
Pues Alís, fíjate la refle ha sido así, sin pensar demasiado.
ResponderEliminarPuedes imaginar cuando pienso.
Me gusta cuando te hago te reír y tú tan agredecida te combustionas.
Esto último no suena muy bien.
Ere un encanto encantado de conerte.
Como en la erupción de un volcán, todos fuimos a contemplar el fenómeno. Y no dejaba de asombrarnos el colorido, el estruendo maravilloso de aquel espectáculo inusitado. Tantos años esperando esa eclosión resultaban una tontería por la recompensa alcanzada.
ResponderEliminarAhí estabamos extasiados por la fuerza de aquel momento cuando tres explosiones seguidas de una gran potencia proyectaron toneladas de lava sobre nosotros.
Si puedes escuchar nuestros gritos enterrados y sabes hacer un túnel ponte enseguida a ello, que necesitamos volver a la superficie para seguir viendo el volcán de Nikte activo y hablar con él entre llamas.
Esperamos.
Yo también te echaba de menos, Nikté.
ResponderEliminarSé que un día nos conoceremos.
Gracias por estar en esta trabada vuelta mía!
Ya te contesto en mi blog como su merced merece!!! jajaja
un abrazote!
Mi estrategia del beso surtió el efecto de cambiar un final conocido y fatal. Era una puerta cerrada y mi mensaje en la servilleta la abrió con un suspiro... de alivio.
ResponderEliminarAquel trozo de papel me salvó la vida. El papel más el resultado de mi investigación sobre el tiempo curvado, que me devolvió más adelante a ese mismo lugar y momento. El futuro se podía cerrar en bucle con el pasado.
Lo que escribí fue antes de que sonara el disparo que me mató
Ahora, he vuelto. La historia recomienza y ella ha leido mi servilleta de papel. Se ha colocado frente a mí y me ha besado. La bala ha roto la distancia y ha clavado esa punta mortífera en su espalda. Me ha salvado la vida.
Nunca me había declarado , pero el momento había sido preciso. Mary vive en mi mismo rellano y es policía. Nunca sale de casa sin su chaleco antibalas.
"Mary te quiero desde hace años. Si me besas te llevaré conmigo al paraiso"
Parece que se me va mejorando el ojo, querida Nikté. Besicos
Mary había hecho varias dobleces de aquella servilleta. Después se la metió en la boca y se la tragó.
ResponderEliminarEl Paraíso que él le prometía debía estar en alguna víscera y pensó-¡Qué mejor que un estómago!
Uno hambriento, puede que no de besos, pero algo parecido debia de ser, ya que cuando engulló aquél mensaje escrito, las letras azules donde se daba el nombre de aquella cafetería le produjeron un ardor inaudito. La salvación de aquel hombre debía también ser algo parecido a un ardor.
Y él la miraba agradecido.
No se ni qué quiero decir, en fin.
Me has hecho desvariar don Nacho
Y por sobre todas las cosas ser leídos, una y otra y otra vez.
ResponderEliminarLos diarios son para armar palabras,
palabritas:
Inconclusas
La escritura para preguntarnos lo irrespondible.
Ahora yo me voy, y no te he dicho nada; puedes quedarte con mis piernas si me dejas conservar la lengua.
Pd: He respondido tus comentarios en mi blog con un regalito para subsanar lo de los enlaces.
A riesgo de parecer excesivamente práctica, cosa que de todas maneras soy, diré que solo hay que buscar respuestas a aquello que las tiene.
ResponderEliminar