No se cuanto duraré conectada a Internet; así que seré breve.
Todo funciona como debe. No paran de chillar los pájaros anuciando la lluvía, en un domingo de lecturas matutinas, donde un perro somnoliento se tiende a los pies de su ama, y menea de vez en cuando la cabeza, preguntándose que diablos hará con otros.
Una discusión abierta sobre las relaciones cautripartitas, la idea de arte sugerida por una malagueña, poemas de Euler Granda, una nana que no es una nana, la esquina de un bar que huele a ron.
Una discusión abierta sobre las relaciones cautripartitas, la idea de arte sugerida por una malagueña, poemas de Euler Granda, una nana que no es una nana, la esquina de un bar que huele a ron.
Parece que comprende. Vuelve a adoptar el enrosque canino; retomando sus sueños en la caza de dodos.
Crecí mirando adelante, abriéndome paso con ese machete que nos fabricamos en la adolescencia y que luego blandimos como ex-libris en territorio conquistado. La estela no importaba, era espuma que se despersaría sin más. Muchas entradas de blog servían de título de propiedad sobre letras, perfiles, corazones. Cuanta felicidad sentirse como un escultor tallando con la complicidad de otros.
ResponderEliminarNunca pensé en la fatiga de los músculos de las manos. No pensé que seguir andando pudiera llegar a cansar. Ahora me acuerdo de aquel poema tremendo de J. Gil de Biedma, tremendo:
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Tremendo.
Mientras dure Internet, mientras andar sea sinónimo de compañía, aunque tender una mano puede ser costoso, no olvides que sí estás acompañada y querida. Que el mundo no es nada sin el poder de la amistad. Vaya, no sé si lo he acabado un poco cursi, pero espero que el mensaje de fondo quede claro.
Nikté, aquí o en el cosmos, habrá una ventana por donde sabremos asomarnos para conservar la alegría de habernos conocido.
Besicos
¡Te lo avisé! El SGAE te tenía vigilada. Y me temo que ha habido una cabra que te ha denunciado.
ResponderEliminarbesos
Nacho, niño de mis entrañas, tengo que preguntarte algo ¿Tú pesimismo es genético o es debido a las condiciones ambientales?
ResponderEliminarQue lo único que ocurre es que me estoy cambiando de compañía y esto no furula. Lo mismo tengo internete que no lo tengo, así que aprovecho que parece que hay buena racha.
Por cierto, no es por ná. Alguien se ha preguntado que formación técnica tienen los operadores de telefonía que nos asesoran sobre los problemas que nos surgen, porque el de ayer me hizo hacer el pino, todo esto a control remoto y con un acento que le tuve que rogar que cuando me indicara un código por favor lo hiciera en una relación entendible, M de Madrid, C de caca y así.
En fin, Nachito
Cuéntame algo bonito anda y deja ya la copa de jerez que vas a pillar una...
Yo también te quiero
Eso es lo que te gustaría a ti, Gato, que se mu bien que me tienes chincha, de rabiña.
ResponderEliminarPor cierto hay un Master Class de los haykus aquí en Málaga, por supuesto no me he apuntao, teniendote a ti, pa qué quiero más.
Escribeme un haikusu de esos anda, solo pa mi, anda. No se lo dire a nadie, prometío.
Nikté, lo siento. Te veo mosqueada por esa deriva mía. Me he dejado llevar por la ficción lacrimógena. Será el tiempo, la fragilidad de las relaciones sociales o puede ser un trauma adquirido leyendo de crío a Oliver Twist. Debería haber escogido Huckleberry Finn. Lo leeré ahora, hoy que es el aniversario del creador de Peter Pan, me congelaré en el pasado, no creceré y así estaré en situación de volver a esos cuentos del Misisipi y haré que la memoria se quiebre y se regenere con un nuevo tejido, de una infancia feliz y aventurera. Me equivoqué con Charles Dickens, debería haber tomado la senda de Mark Twain. Gracias por hacerme reflexionar.
ResponderEliminarAhora, a Gil de Biedma no voy a renunciar. Es uno de los causantes de mi interés por la poesía. A pesar de lo crudo que puede ser. Y no me despojaré de él aunque duela.
Me alegro, no obstante, de que la dificultad no sea ni la elefantiasis de un cable, ni las goteras del teclado, ni la cabra que ha chafado el portatil. Se solucionará o no, pero aqui te esperaré, morena nuestra.
Que ruede la noria!
Arranca conmigo este baile y dejemos que la noche de vueltas hasta desfallecer.
Besicos
Bailaré sobre tus zapatos.
ResponderEliminarMis pies desnudos,
marcaran la risa del ritmo
que nos declararán inocentes
frente al mundo.
Pa ti, Nacho
Lo titularé poema en dos segundos
sobre ti
Muacks
Párteme las piernas si quieres, pero no digo ná.
ResponderEliminarQue te espero.
El poema de Gil de Biedma es... genialmente real. La primera estrofa siempre me impactó. Gracias Nacho por traerlo.
Besitos
Micaca
ResponderEliminarYa ves, yo si te digo algo.
Si quieres poemas, Lala me ha dado conocer a uno,
se llama Euler Grande
Hola Nikté, me encantan tus visitas a cafetear. El"Experimento" cuando quieras aquí estamos para compartir ideas, si lo lo haces participaré!!!
ResponderEliminarB7s
L;)
Bailas como las plumas sobre mis zapatos. Casi no siento tu cuerpo recogido intacto por mis manos que son de aire volador contigo.
ResponderEliminarNunca acabará la noche.
Play it again, Sam.
Besicos
Madre mia, con el buen rollito que hay aquí y yo con las maletas hechas! :(
ResponderEliminarIncluso ha venido Euler Granda!
Y Nacho derrochando palabras de esas que nos llegan ni se sabe donde.
Ainss...
Qué vida más perra, más dura, más exigente!
Podré resistirme a perderme todo este encanto?
Ya os digo yo que no.
Eso Sí, tendré que resistir muchas cosas, pero por algún lado asomaré la naricilla.
Sois adorables, todos.
Seguid bailando!
Yo tomo notas de los pasos que dais. Un pie descalzo sobre otro pie, el compás, el gesto, mmm...jamás aprenderé.
Taluego, cositas mias!
Muakkkss!
Lala
Ade vassssss, moza?
ResponderEliminarHas metido ya la cabra hichable en la maleta?
Que no se te olvide, mira que después la echas de menos y no vas a poder dormir en camas extrañas.
Gracias niña por el poeta.
Te debo ya una o tres o bueno, mejor parar de contar que me lo cobras en locuras.
Buen viajeeeee
Te espero con mi sombrero de la espera
Quiero bailar con Nikté, de hecho ya hemos bordado los primeros dances, y quiero hacer el dernier con Lala, despacio, despacio, para atesorar hebras suficientes de sus palabras como para tener el soplo de su locura a mi lado en sus tiempos de lejos. A Alís le pediré un baile lento para hablar y conocerla. Tiempo al tiempo
ResponderEliminarMientras nos vamos a recrear con Miguel Hernandez y su poética llena de sensibilidad.
Por tu pie, la blancura más bailable,
donde cesa en diez partes tu hermosura,
una paloma sube a tu cintura,
baja a la tierra un nardo interminable.
Con tu pie vas poniendo lo admirable
del nácar en ridícula estrechura,
y donde va tu pie va la blancura,
perro sembrado de jazmín calzable.
A tu pie, tan espuma como playa,
arena y mar me arrimo y desarrimo
y al redil de su planta entrar procuro.
Entro y dejo que el alma se me vaya
por la voz amorosa del racimo:
pisa mi corazón que ya es maduro.
Miguel Hernández
Un descanso?
Besicos
jejejeje por tu intercambio de opiniones con el tal Nacho (a quien no tengo el gusto de conocer) aprendo y disfruto de tus ocurrencias verbales! ajajaj
ResponderEliminarYo soy de las que apuestan al optimismo, (cuando se puede, ...se entiende!) así que paso, leo, saludo a tu perro y te dejo un abrazo!...a disfrutar de los pájaros que chillan por lluvia por allí y al sol dominguero de aquí!!!
Nacho, hijo, tú quieres bailar hasta con la escoba !Estos hombres! Qué bailarines nos han salio.
ResponderEliminarPor cierto recomiendo desde aquí la entrada de Pedro Glup de hoy: es una discusión bizantina, pero bueno... Voy ganando yo
Capitana Neo, aquí la que tiene el título de agilidad mental trancrita es nuestra Lala, pero ha pillao las maletas y se ha ido a Singapur.
ResponderEliminarAsí que no te queda otra que aguantarme.
Aquí el sol brillla por su ausencia, sobre todo porque ya se está haciendo de noche.
Las secuelas de tanto baile de fin de semana es que voy a tener que pasar tres días de rehabilitación en una casa de reposo en los Alpes. Desgraciadamente me han indicado que tendré vetado el uso de Internet. Hay que reposar el cuerpo, incluidos los deditos.
ResponderEliminarNada tiene que ver mi caso con el de Lalala, mi viaje es más cerca y más corto.
El jueves de vuelta. Hala, pista libre!!
Besicos
Vale, te doy permiso pa irte a los Alpes, pero en el regreso traerás contigo un cuento.
ResponderEliminar¿Si?
Libre te quiero, quiéreme así.
Los dodos son aves estúpidas.
ResponderEliminarNo se para qué quieres una.
Dispara yaaaaaaa, coñoooooooooo!
ResponderEliminarGrrr...
C. Heston
Llego tarde al baile?
ResponderEliminarQuedan prinsesos?
Y zapatos de cristal?
Póngame uno que lo pierda, leches, que sin zapato no hay quien ligue!
Cenicienta Tresporcuatro
Nachito, te espero en los Alpes...
ResponderEliminarYa sabes, me reconocerás porque llevaré una cabritilla en la solapa...
Te presentaré a mi amigo Pedro, ya verás qué bien lo pasaremos los tres, ahora que el abuelo no está en casa!
:D
Tu Heidi
Adelaida!!!!!
ResponderEliminarNo crea que porque no está su abuelo podrá montarse la juerga padre con sus amiguitos Pedro y Nacho.
A Pedro hace tiempo que lo tenemos vigilado y de ese Nacho no tengo precisamente buenas referencias...
Tendré que castigarla!!
Jajajajaja
ResponderEliminarMe meo
He cambiado de opinión.
Ya no quiero un dodo
Quiero un dodotis.
Perfecto para un Domingo que ya se sabe que se va a caer del calendario sin orgullo
ResponderEliminarEl aquete está en camino
me referia al paquete
ResponderEliminarque alió esta mañana
despues te daré mas detalle, si hace falta
me como las letras o las escribo muy mal
ResponderEliminarno es mi ordenador, es el teclado del telefono
no sé cuánto durará esta noche; seguiré
ResponderEliminarsoñando despierto.
(ah! por cierto: plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas...
Anónimo
ResponderEliminarengo ulisión en es aquete.
Ya me iras a cundo ega.
Incierto
ResponderEliminar¿Estás cazando moscas?
Si tratas así al ordenador como quieres que te funciones, mimos y cariño es lo que tienes que darle (sonrío).
ResponderEliminarUn abrazo
A veces quisiera ser borrón y cuenta nueva;
ResponderEliminarser punto de partida, punto cero.
Despertar sin la eme de la memoria vieja,
sin el traje de luto, sin la verde esperanza,
sin prejuicios y sin el polvo acumulado en mis estantes...
LIMPIEZA GENERAL
De un puntapié
acabar con la ventana.
Desde el último piso
tirar el terno nuevo,
el nombre, la lascivia;
despojarme del ansia y los papeles;
arrojar a la calle
las mentiras,
las muelas que me sobran,
los amigos;
botar la basura
la calvicie
y por fin,
sin pagar el arriendo
sin avisar a nadie,
irme
donde me dejen ser
una página en limpio.
EULER GRANDA
Qué granda!
¿Quién eres?
ResponderEliminarMe gusta jugar a entrar con otros nombres
y que lo hagan aquí, pero
esa primera parte, que se supone propia.
Necesito saber quién ha sido para darle
un beso.
Beso recibido.
ResponderEliminarA dos palmos sobre el Duero el vuelo rasante de la cigüeña negra abría una línea por donde la maravilla corría como una cremallera rasgada por el asombro. Apenas se producía una estela. El barco era una lanza que imperceptiblemente penetraba el silencio de los Arribes. En estado de semiéxtasis transcendental seguía el trayecto tratando de adivinar lo que el agua, el cielo y la roca querían confesarme.
ResponderEliminarNo trates de repetir otros tiempos en los que él lo fue todo para tí, escuché en un susurro. Ya sabía que no quedaba nada de la tierra en la que germinaron mi corazón y nuestro deseo. Con el tormento desgranado por el calendario, ahora todo era pasado. La pausada lámina de agua servía de espejo apaciguador, que se abría y me hablaba, mientras yo, siguiendo el curso del río, veía la vida deslizarse con el corazón sosegado, a la espera de sentir, descubrir y pervivir. Porque todo lo nuevo, igual que ese barco, era una promesa de lo que todavía podía hacerme feliz, era un grito del que me colgaba con igual tozudez que los bancales de olivos de ambos lados de la garganta del río.
Nacho, mi querido Nacho.
ResponderEliminarMe has recordado al libro que acabo de terminar hoy-entre el bus 20 y el 16 que me lleva a casa.
"El arte de volar" una novela gráfica que he bebido a tragos...Violeta, rosa, micaco.
Al final voló-se tiró por la ventana.
Pero no todo es tragedia: los sueños de un anarquista convencido, de un chico de pueblo que solo quería ir a Zaragoza pa escapar de la esclavitud de la tierra.
Burdeos, te como el seso, gris, cuarteado.
La madre da de comer sus polluelos en mis faldas
de una primavera que me hace llorar y no de tristeza.
Allá fuera está el hombre que se pasea con un maletín, se moja impávido bajo una lluvia flojita. No le cedo mi paragüas, el es solo mío.
A ambos lados de la garganta del río.
Veo que el tema no te coge de nuevo. En mi microrelato el final no es tan traumático, he intentado dejar un rayo de esperanza. La felicidad puede encenderse en cualquier momento, sobre todo si crece de dentro. Crees que ha quedado claro?
ResponderEliminarTu novela no la conozco, pero tus rayones dejan una luz gris, triste, bajo una lluvia flojita.
El escenario de mi pequeño relato es real, es donde he estado estos días, en la linea del Duero que une España (Salamanca) y Portugal. Interesante.
Besicos
Pos lo de un rayo de esperanza
ResponderEliminarcomo que mu claro no ha quedao.
¿No te ibas a los Alpes?
Tirolés, que eres un tiroles
Ya ves, las metáforas llegan hasta donde llegan y en vez de un viaje de placer a los Alpes ha sido un viaje de trabajo a las Arribes del Duero.
ResponderEliminarNunca te creas nada a pies juntillas y menos de alguien como yo al que le gusta fabular.
Buena amiga. A los Alpes ya iremos juntos, verdad?
Bss
Yo encantada, con lo viajera que soy; pero prometeme que lleveremos a nuestra cabra.
ResponderEliminarFucsi ¿Qué pasa?
Pues si todo funciona como debe... ni lo toques, que seguro que se acaba fastidiando la cosa.
ResponderEliminarY te dejo un beso.
Siempre genial el lio que montas en los comentarios. Sin coñas lo mas vivo de los blogs
ResponderEliminarUn beso
d2, aunque se que no volverás pa leer esto que te digo, es de obligación responder que sin vosotros esto no estaría vivo.
ResponderEliminarAsí que ya sabes, dame de esa cosita que se bebe en las charcas, pero limpita eh! que no quiero de otra.
Raúl, te aseguro que a veces hay que tocar más de una vez
¿La melodía?
Toy espesa
Tengo el equipaje y la cabra no me dice si viene o no, pero si es necesario la secuestro y salimos volando por debajo de la nube de ceniza.
ResponderEliminarSi
Soy la cabra y digo sí.
ResponderEliminarNada de secuestros, capici?
Mi familia del pirineo es muy poderosa...
Exijo hierba, pa comer y fumar, a tutiplen.
Y un cabrito que me haga la pelota y que no sea cabrón.
Entendido?
De momento, es todo.
Beehhhh-sos
La cabra
Siempre regreso, lo cojonudo de tus post es que simpre cambia con los comentarios. Un beso enorme
ResponderEliminartiene razon el Peque (d2) es un blog diferente y muy atractivo el tuyo… bueno, el vuestro
ResponderEliminarUn beso guapissssima
Vengo de las altas montañas. He pasado unos días de soledad, dejando la mente en blanco, ni pensar, ni reflexionar, ni nada.
ResponderEliminar“En un viejo pais ineficiente algo asi como España entre dos guerras civiles en un pueblo junto al mar poseer una casa y poca hacienda y memoria ninguna. No leer no sufrir no escribir no pagar cuentas y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia”
J. Gil de Biedma
La única compañía animada eran los sarrios, esas cabras pirenaicas que sobreviven en los escarpes, se mueven saltarinas sobre las rocas con su calzado de uña de cabra. Por eso le digo a la que se titula "la cabra" que no lo es. No tiene ningún parecido a su especie y querría saber quien buscar confundirnos en este cuarto de los juegos poniéndose su disfraz. Con esa cabra no me voy de viaje. Pensaba incluso secuestrarla, pero tal parece que alguien se me ha adelantado.
Caaaaaaaaaaabra, cabriiiiiiiiiiiiiiiiita, dónde te han llevado. Ven conmigo, anda.
Se que volverá.
Pau, d2, tengo un lío con vosotros de órdago.
ResponderEliminarNo se quién es quién, pero es tan divertido...
Nacho, la cabrilla está entre nosotros, no se ha ido del todo.
Por mi parte estoy que no vivo en mí, tan cansada, tan falta de imaginación, tan harta de este vulgar mundo que te atrapa con esos quehaceres a los que cada día detestas más.
Lo digo y lo repito, lo pienso: Un día me iré al campo y allí comeré solo de lechugas.
Pues eso.
Besos a tutiplén.
Rumiendo voy, rumiando vengo
no te lo diré
ResponderEliminara nadie. )
(acabo de leer un comentario antiguo tuyo. Gracias. )
eran aplausos
Beeeehhhhheeehhhhhhhh!!!!
ResponderEliminar¿Qué behhhhhhheeeeeehhhhhsssss?
ResponderEliminarAtentos, antes que cabra fui dios. Así se escribe la historia. Y no estaba tan mal. Era el monarca de un mundo confundido, así que campaba por mis respetos. No lo he llegado a pasar poco bien picando el orgullo de los gobiernos para meterlos en guerras de fronteras, a las iglesias para que siguieran en la Edad Media contando a sus fieles por esclavos (incluso sexuales), a los grandes de las finanzas para seguir encendiendo puros con billetes de 100 dolares.
ResponderEliminarPero me olvidé que dios es uno y trino. Y los que han trinado han sido los otros dos, que me han expulsado del olimpo. Ahora, como cabra veo las cosas distintas, pero a pesar de la revolución en el imperio de dios, me parece que todo sigue igual. Se ve que ser dios tiene eso.
Lo ves o no, Heidi?
Bss
Conocí una vez a un dios, uno todopoderoso, por supuesto desde el primer momento quedé cautivada. Eso de que fuese trino aumentaba su capacidad de seducción sobre mi, pero sobre todo era por su...
ResponderEliminarNo puedo seguir.
Nacho, dame un poco de ti, de tu inspi.
Su última palabra quedó cortada por el ruido del tren que iniciaba su marcha. Quiso decir inspisorio, inspido, inspicorreveydile. Nunca lo sabremos porque aquel tren eléctrico de mi padre no solía tener carbón para volver.
ResponderEliminarBss
Tampoco tenía carbón para ir, para eso era eléctrico, pero eso son cosas técnicas sin importancia para el fondo de la cuestión.
ResponderEliminarY en este tren sí dejaban subir animales. De ahí la leyenda de la cabra viajera.
Niña¡¡¡¡ qué pasa, ¿eh? a ver, que estamos esperándote, ¡ya está bien!
ResponderEliminarbesos
La bizca,
ResponderEliminarla bizcacha,
la tuerta,
la tuertacha
que nos hacía ver todo bonito y de colores
Esa descabellada primavera,
ese frescor sin nombre,
ese aroma sin cara,
esa borracha borrachera
que nos exacerbaba el apetito
para que devoráramos las fechas y las calles.
Mientras Euler recita su maravilloso poema y, ante todo, mientras recita este trozo que he copiado, la imagen se centra desde el minuto once al minuto diecisiete en la imagen de una pareja. Compruébalo. Emociona distinguir la emoción. ¿Se podría concitar aquí un auditorio como el ecuatoriano que escucha atentamente durante la lectura de algún poeta?
poetas así nos hacen falta y no tantos políticos que, más que rejuvenecernos, nos pones de mala hostia y nos adelantan las canas.
El final es 'nos ponen' de mala hostia. Tú, A.M.D.C. sí nos alegras.
ResponderEliminarBeso, maja.
Cawentó...
ResponderEliminarNo es nada fácil dejar de venir y mirarte...
:(
Muchos besos
Con melancolía para Nikté y Lala
ResponderEliminarEn la vasta planicie nada destacaba. El suelo reseco no ofrecía a la vista sino polvo, normalmente depositado y a veces en remolinos de viento.
Ya hace mucho tiempo que paré mi reloj en este lugar. La decisión tenía poco de lógica, pero en estas cuestiones ese no es el valor a considerar. Desde que se alejó de esta pobre casucha con un "volveré" no he podido moverme de aquí.
El sol devora toda vida posible y empiezo a creer que ella no recortará de nuevo el paisaje hasta llegar a mí.
Son las ocho de la tarde, el sol se encierra en su mundo interior, vuelvo a la casa y con los ojos cerrados la veo, reproduzco su alegría, sus besos, sus escritos tan personales. Es un encuentro con un pasado que está pendiente de volver a materializarse, mientras yo pliego mi coraza de larga espera y pienso en cómo mañana vigilaré de nuevo ese camino que quizá la traiga conmigo por fin.
Venía buscando a Wyoming. Un aviso me decía que habías actualizado. Fue un error, snif, snif
ResponderEliminarAprovecho para mandar besitos