domingo, 30 de septiembre de 2007

Tengo abierto el mini bar

Andrelo

No me equivoqué contigo


Nos habíamos enzarzado en una discusión sin sentido. Ella insistía en que sus labios fueran gruesos como los míos. Le dije que aquello no era posible, que serían finos como hojas de espada, que así lo había decidido. Fue cuando comenzó a refunfuñar también acerca de su pelo , al parecer, no lo quería rizado y negro sino a mi modo. Volví a repetirle que ella no era yo, que debía tener su propia identidad. Está bien, me dijo, pero al menos permiteme vivir donde tu. No, le conteste, será en cualquier lugar menos aquí.

Se llevó las manos a la cara, tapándose los ojos, observándome por las rendijas de entre los dedos hasta que se libró de ellas y saltó con un...

Si al menos me dejaras ir a Estambul, quiero estar allí , al atardecer, en la hora de los rezos a orillas del Bósforo cuando las aves al unísono alzan el vuelo y la ciudad ya no es ciudad. Si es así haré lo que desees, seré quien quieras que sea pero concédeme esto.

La tome de la misma mano con la que hacía un momento tapaba ese rostro que a regaños acababa de dibujarle; y la vi aún mas hermosa. Por supuesto que te llevaré hasta allí le repliqué, pero antes promete que no enmudecerás.
Nos quedamos no se cuanto tiempo mirándonos, demasiado diría yo, hasta que el silencio se hizo nombre. La llamé Verónica



domingo, 16 de septiembre de 2007

Todos a bailar

Fiebre del domingo noche

Lánzame la pelota


Cuando mi madre se enfadaba por algo, me solía llamar por mi nombre completo acompañado de una seriedad que me hacía temblar, no las piernas, otra cosilla que se guarda y no se ve y no era el miedo a sus regaños sino la pena de haberla desepcionado.
Y en esa raíz creció un árbol donde todos los que se cobijaban en él, alguna vez me llamó Ana María: amigos, compañeros, esos amantes oportunos e inoportunos o un Dios que pasó de moda.
Ahora a mis cuarenta y algo lo único que me hace temblar es no tener voces: la de ellos, las vuestras...
Antes de nada deciros que no os creáis a pies juntillas todo lo que escribo.
Esto es un juego y como tal todo es válido.